Consejos y guías
Acero inoxidable
Un material ecléctico
¿Qué es el acero inoxidable?
El acero inoxidable es una aleación formada sobre todo por hierro y carbono, este último en cantidad inferior al 1,2%. Es esta característica la que lo distingue de los otros aceros, más ricos en carbono (hasta el 1,7%). La baja cantidad de carbono hace que otro componente, el cromo, no pueda unirse al carbono y forme una capa de óxido que protege el acero inoxidable de la corrosión. El acero es aún más resistente a la corrosión cuando contiene cromo y níquel, que lo hacen también muy resistente. En el sector alimentario es muy utilizado el acero inoxidable austenítico AISI 304, compuesto por un 18% de cromo y un 8% de níquel: por eso se le llama también acero 18/8.
Características del acero inoxidable
Las cocinas de acero de aspecto profesional están muy de moda, a menudo en acabado satinado o vintage para eludir la tendencia a rayarse al que está sujeto este material. Las cocinas de acero inoxidable satinado llevan un tratamiento de pulido mecánico, uniforme y siempre en la misma dirección, mientras que en las cocinas de acero inoxidable vintage el pulido se hace de forma artesanal para obtener un efecto casual. El acero inoxidable a menudo se combina con elementos de madera que le aportan calidez. El acero inoxidable se caracteriza por:
- óptima resistencia a las manchas
- óptima resistencia al calor
- óptima resistencia a la corrosión
- óptima higiene
- estabilidad en el tiempo
Acero: 100% reciclable
El acero es un material 100% reciclable y puede reciclarse infinitas veces sin que pierda sus propiedades originales. Dado su ciclo de vida potencialmente infinito, es un material perfecto para una economía sostenible. Su ciclo de producción y reproducción es cada vez más sostenible porque las nuevas máquinas utilizadas reducen las emisiones de contaminantes y la cantidad de energía empleada.
Además, el reciclaje del acero evita el consumo de petróleo para producir materiales a partir de materias primas nuevas y, de este modo, reduce la carga ambiental en términos de emisiones de CO2 y de otros contaminantes.
Puertas de cocina de acero inoxidable
Las puertas de acero inoxidable de las cocinas de estilo profesional están fabricadas a partir de una chapa de acero soldada y acabada en las esquinas –de manera que el estilo general sea limpio y lineal–, y aplicada a un tablero base. El lado interno de la puerta se hace de otro material, más económico. En Doimo Cucine, por ejemplo, las puertas de acero, de tipo AISI 304, tienen la parte trasera compuesta por una placa de aluminio anodizado y un núcleo central de espuma de polímero, reforzado en los puntos en que se aplican las bisagras, los tiradores, los cajones/gavetas. Además, la superficie de acero es tratada con productos nanotecnológicos, que impiden que las manchas, por ejemplo de aceite, grasa y cal, estropeen las superficies, haciendo más fácil la limpieza.
Encimeras de acero inoxidable
Las encimeras de acero inoxidable están fabricadas a partir de una lámina de acero inoxidable de tipo austenítico, de grosor variable, plegada y fijada a un tablero sin tratar. En Doimo Cucine, por ejemplo, se utiliza una lámina de 1 mm en acabado satinado o vintage sobre un tablero de partículas de madera hidrófugo, plegada frontal y lateralmente y soldada por las esquinas. Las encimeras suelen integrar también copetes o respaldos de acero inoxidable.
Cómo limpiar una cocina de acero
Para la limpieza de las superficies de acero inoxidable de la cocina, use cada día un paño suave, agua tibia y jabón neutro, o bien algún producto específico para el acero, y, al limpiar, siga la dirección del acabado satinado. Aclare bien y seque cuidadosamente con un paño suave y seco.
Para las manchas más persistentes, de cal o grasa, utilice:
- agua y vinagre (un 80% de agua y un 20% de vinagre)
- zumo de limón disuelto en agua
- limpiadores para la casa no abrasivos y/o corrosivos
Evite:
- arrastrar por la encimera utensilios de cocina u otros objetos que puedan rayarla
- emplear productos de limpieza corrosivos, como ácidos y compuestos halogenados (cloruros, bromuros, yoduros), soluciones a base de cloro (como lejía), ácido muriático y ácidos en general
- utilizar cuchillos o utensilios afilados directamente sobre la encimera
- dejar objetos de hierro (como planchas de cocina, tijeras, envases, etc.) apoyados sobre la encimera durante mucho tiempo: podrían dejar manchas difíciles de quitar, sobre todo si están mojados
- dejar restos de agua porque podrían oxidar la superficie