Gres

El gres, o gres porcelánico, es un material compuesto de materias primas naturales (arcillas y minerales rigurosamente seleccionados y refinados) que se procesan hasta obtener un polvo uniforme. El compuesto se extiende, se compacta, se decora en la superficie y se cuece a 1200 °C, y se convierte así en un material indivisible y muy resistente en forma de placas de cerámica de gran formato (1580 x 3200 mm), de 3 a 12 mm de grosor.

El gres es una óptima elección en la cocina en primer lugar porque es ecológico. De hecho, las placas derivan de elementos naturales sin añadidos y, por tanto, están en perfecta sintonía con la naturaleza desde el principio hasta el final de su ciclo, ya que se pueden volver a moler y reciclar. Las placas de gres también son:

• higiénicas y adecuadas para el contacto con alimentos
• impermeables al 99,9 % porque no son porosas
• extremadamente resistentes a los arañazos, los golpes y el desgaste
• extremadamente resistentes a la humedad, el calor y los cambios bruscos de temperatura
• extremadamente resistentes a las manchas
• resistentes a hongos y al moho
• resistentes a la luz del sol

Las puertas de gres se componen de un revestimiento superficial de gres colocado sobre un soporte. Doimo Cucine, por ejemplo, utiliza tableros de 4 mm de grosor montados sobre un marco de aluminio extruido. Este último es un material ligero y sólido al mismo tiempo, además de muy resistente, incluso a la corrosión, por lo que su larga durabilidad está garantizada. También es ecológico y 100% reciclable. Los elementos de aluminio quedan a la vista solo con las puertas abiertas.

Las encimeras de gres tienen la ventaja de poder presentarse en una sola placa, de hasta un máximo de 1580 x 3200 mm. En el caso de que se necesite una encimera aún más grande, es fácil unir varias placas. En Doimo Cucine, las placas de gres tienen un grosor de 12 mm, pero es posible hacer encimeras de grosores mayores. Con el mismo material, además de encimeras, también se pueden realizar copetes, respaldos y paneles antisalpicaduras para la zona de cocinado, impermeables, higiénicos y fáciles de limpiar.

La limpieza diaria de las superficies de gres de la cocina es muy sencilla. Utilice un paño o una esponja suaves y agua caliente, y ocasionalmente un detergente neutro. Aclare después con abundante agua y seque con un paño suave o papel de cocina.

Cuanto antes intervenga sobre la mancha, más fácil le resultará eliminarla. Si ante una mancha persistente decide emplear un detergente más agresivo, se recomienda realizar primero una prueba en una zona pequeña y poco visible de la superficie de gres.

Para eliminar manchas persistentes puede utilizarse un antical, lejía, acetona y amoniaco. El antical debe estar en contacto directo durante un máximo de 10 minutos, tras lo cual hay que aclarar con agua y secar. La lejía solo debe usarse para humedecer un paño suave con el que frotar la superficie durante unos segundos. Después de 2 o 3 minutos la mancha debería desaparecer; si esto no sucede, insista con el contacto directo, procurando no prolongarlo más de 10 minutos. Aclare siempre con abundante agua y seque. Para las manchas de tinta y rotulador, limpie rápidamente la zona con tricloroetileno o aguarrás, aclare y seque con cuidado para no dejar un cerco en la superficie.

Evite:

• que se sequen restos de líquido como café, vino tinto, té
• usar detergentes o esponjas abrasivas
• arrastrar platos, cacerolas, cuchillos, electrodomésticos por la encimera
• cortar los alimentos directamente sobre la encimera
• utilizar productos que contengan ceras que podrían causar la formación de pátinas opacas

Téngase en cuenta que las superficies de gres brillante son más sensibles a las manchas, los arañazos y los productos químicos que las de gres mate, si bien mantienen un excelente rendimiento.